domingo, junio 03, 2007

AIRE DE OLVIDO

Ya no recuerdo tus manos
jugueteando en mi espalda
ni tus labios recorriendo en mi cuerpo.
Olvidé tu voz
prometiéndome todo aquello
que una mujer quiere oír.
Tus ojos mirando los míos
cargados de celestial lujuria.
Las caricias,
los besos,
tu viril y escultural cuerpo:
ya nada recuerdo.

Por fin respiro aire fresco.