domingo, julio 22, 2007

MANIFIESTO

El roce furtivo de tus manos
ha despertado en mi
temores del pasado.

Con la misma inocencia adolescente,
les permito pasar por puertas entreabiertas
custodiadas por una adultez
políticamente correcta.

Entonces
mi mente empieza a correr
con pies desnudos,
sintiendo el calor de la tierra
y su maternal contacto.

Y aun así me siento insegura.

Soy mente débil
en vías de fortalecerse.
Soy carne débil
que no piensa hacerlo jamás.

Seguiré buscando un tiempo,
una pregunta,
una respuesta,
a un cariño
quizás desmesurado.

domingo, julio 15, 2007

EL REGRESO

He venido para quedarme,
para entregar una sonrisa
y recoger la miel de tus labios,
para abrazarte con dulzura
y me digas al oído
tantas cosas bellas.

martes, julio 10, 2007

NI ANZUELO NI SEDAL.

Hoy saldré a pescar,
pero no llevaré
ni caña, ni sedal,
ni anzuelo, ni cebo;
ni siquiera red o arpón.
Tengo la sensación
de que picarían demasiado,
y como hoy no quiero comer pescado,
no tengo la necesidad de faenar.

Sólo me limitaré
a observar sentada sobre las rocas,
como se deslizan los lindos peces
entre las aguas de la costa,
mientras el mar reposa
cual balsa de aceite.

lunes, julio 02, 2007

ESPERANDO NADA

Con el mismo recelo
que la playa
espera el beso del mar al alba,
yo espero el tuyo,
ansiosa por tenerlo
pegado en mis labios.
La espera se vuelve amarga
cuando a te veo
y me ignoras.

Amor y odio.
Son dos polos
que a pesar de ser opuestos,
se atraen.
Por ti
eso es lo que siento.

Amor y odio,
odio y amor. Esencia de vida.
La mía es tan efímera
como otras tantas,
aunque al verte
envejece el doble.

Dicen: Quien da primero
da dos veces.
Y aunque primero
no hayas sido,
dos veces si has dado
al hurgar bien hondo
en la llaga ya profunda.

Estar esperándote,
es estar esperando nada.
Quemo mi tiempo
como quien quema sus naves,
aguardando tu venida,
esperando mi muerte; Ella
me seduce tanto como tú.

Seducción.
Contacto es lo que quiero.
Verbal,
carnal.
Son cosas, aunque diferentes,
iguales.

Quien espera esto,
-yo, alma en pena –
espera la llegada del milagro
nunca ocurrido.
Callo en silencio
mis delirios y pesares,
procurando enmudecer
tu voz en mi alma,
porque me duele tanto
como puñal encendido.

Hablarte a ti
es hablarle al vacío.
Esperarte a ti,
esperando nada.