CARPE DIEM

Corre, corre.
Ve raudo,
sé sagaz y
cauto como predador.
Sé incombustible.

El tiempo pasa rápido
y sigiloso.
Es tu gran enemigo
y lo sabes.
No lo malgastes,
aprovéchalo bien,
que cada vez que lo mencionas
se te está escapando un poco,
y poco a poco
siempre es mucho.

¡Así que no tardes!
Que el reloj
no marque tus pasos,
sé más audaz.

El día en que naciste
empezó tu cuenta atrás.
En la infancia sentías
su paso lento,
pero ahora ya no eres un infante
y siempre corre en tu contra.

Más el pasado nunca vuelve,
el presente no existe
y el futuro es inmediato.

Si te detienes,
la canción de tu reloj
llegará a ser
la más odiosa
que jamás hayas oido.
Sentirás como tu cabeza
está apunto de explotar,
sintiendo el
Tic-Tac
que anuncia el final.
La desesperación hará
mella en ti,
querrás parar el tiempo
sin poder hacer nada,
hagas lo que hagas
seguirá pasando,
llevándose aquello que amas,
que adoras,
que crees te pertenece.

Pasa veloz, sigiloso,
con su guadaña a cuestas
y la muerte por disfraz.

Entonces no te demores,
sé más rápido,
ni siquiera mires atrás.
Haz lo que debas,
lo que no aciertes
decir o hacer
quedará en el camino
como semillas de olvido
que jamás brotarán.